La asertividad, el autoestima, la empatía y otras habilidades sociales pueden practicarse y aprenderse de la misma forma que otros tipos de conocimiento. No obstante, tradicionalmente no se ha tendido a darles la atención que se merecen, razón por la cual en la actualidad pueden llegar a ser competencias desconocidas y apenas desarrolladas en muchas personas.
Como ser emocionalmente competente es vital para el individuo y su vida en sociedad, no lo pasamos por alto y lo trabajamos en el aula.
Comenzamos a Aprender a interpretar las expresiones del rostro: reconocer cuando estamos tristes, alegres, enfadados, sorprendidos,.. y saber identificarlo en la cara de los demás.
Hemos jugado a teatralizar estos sentimientos, observad, tienen la misma cara que la chapa que llevan sobre el escudo del colegio: enfado, tristeza, alegría y sorpresa.
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