El yoga es originario de la India y significa “unión”, porque se produce una conexión con nuestro ser interior, ya que aprendemos a conocernos y a querernos, y porque se da una segunda conexión con el exterior, puesto que se aprende a estar en armonía con el entorno.
La práctica del yoga para niños aporta numerosos beneficios como los siguientes:
- Mejora la postura. Mediante el yoga se fomentan los buenos hábitos a la hora de sentarse, de andar, de estudiar, de practicar deporte, etc. Esto favorecerá al niño en su rutina diaria.
- Aumento de la autoestima. El conocimiento de uno mismo que proporciona el yoga puede ayudar a mejorar la autoestima del niño, que aprenderá a apreciar sus defectos y sus virtudes.
- Calma y relajación. El control de la respiración, la forma de notar como el aire pasa por el cuerpo, son formas de aportar calma al niño.
- Concentración. La práctica del yoga exige concentración, por lo que el niño aprenderá a no distraerse al realizar esta actividad y podrá utilizar esa habilidad a la hora de estudiar, por ejemplo.
- Diversión. La diversión no puede faltar cuando se trata de niños. Cada postura se asocia a un animal o a un elemento natural, por lo que los niños se divertirán imitando a la rana, al cisne o al escorpión.
El objetivo esencial es que aprendan a mantener una actitud positiva ante la vida, que sean felices, que disfruten, que se conozcan a sí mismos y, sobre todo, que se lo pasen bien.
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